Fotografia de cabezote propiedad de Juan Pelegrín.

martes, 23 de febrero de 2010

Cierre con broche de oro, esmeraldas y diamantes en la última de abono de Bogotá

La última corrida de abono de la capital, que culmina con la temporada taurina Colombia fue de lujo. El cartel fue alternado por un colombiano y dos españoles con toros del maestro Cesar Rincón. EL resultado seis orejas; una Pepe Manrique, 2 Tomas y 3 Manzanares.

Pepe Manrique, se encontró con un primer toro potable que no cuajo debido a su extraño comportamiento al embestir. Pepe estuvo bien con el capote, sobresale la muestra torera al llevar al toro por delantales. En la muleta no estuvo mal; pero el toro no se dejaba torear ni por alto, ni por bajo, ni a media altura. Suena extraño pero así era, el toro protestaba al salir de cada muletazo; sin embargo en transiciones entre el un derechazo a media altura y uno donde se baja la mano, el toro mostraba una buena embestida sin protestar. No se le logro encontrar la altura para la embestida franca, pues no era nada fácil hallarla.

En su segundo astado estuvo mucho mejor; fue el toro con más riesgo del encierro. Era un animal rajado con peligro, caminador con malas ideas. Pepe estuvo a la altura del compromiso, no lo dejo rajar, lucho con él y lo obligo a embestir. Estuvo firmé plantado en la arena con buenos muletazos y valentía, en pocas palabras lo entendió y toreo. Hace muchos años no veía tan bien a Manrique y me alegró verlo así en la primera plaza del país.

Debo reconocer que en algún momento del primer tercio pensé que este toro iba a comerse al colombiano. Me desconcertó aun más cuando el primer espada se acerco a hablar con el Piña (gran subalterno colombiano) y se rasco la cabeza como tratando de entender, que cuajo lo aprovecho y corto una oreja muy merecida. (Alguna parte de la afición con mala leche le grito “Toro, toro”, opinión que no comparto y reprocho, puesto que no era un toro fácil).

José Tomas, es un torerazo. No puedo dejar de expresar lo que siento al ver este torero en el ruedo capitalino mostrando arte, impavidez, temple y mucha torería. En su primer toro estuvo enorme con el capote; desde el inicio robo los oles que vienen desde lo más profundo de la mente de los aficionados (Oles que hacían falta en esta temporada).

Con la muleta mostró la profundidad y el temple, dejo ver cada uno de los muletazos con una suavidad que parecía estar en cámara lenta. El templar es aprovechar la menor velocidad de la embestida del toro en un muletazo y eso fue lo que mostro Tomas.

Remato la faena por altos y pases de la firma cerrando esta gran gesta de arte. Se apresuro a despachar al No 530 y pincho sin soltar, las dos orejas seguían latentes. Su segunda entrada a matar fue espectacular y con un espadazo creyó haber sepultado la vida de Titulado; sin embargo con orgullo no dejo que sus subalternos movieran al toro y como dirían los viejos aficionados lo dejo “amorcillar”. El astado demoro en caer y José Tomas perdió las dos orejas.

Su segundo toro fue muy complicado, no tenía un buen comportamiento. José Tomas mostro su oficio, su vocación su arte en este toro. Lo consintió, fue una faena larga con pocos oles que fueron innecesarios por la muestra técnica que a punta de naturales consintieron y enredaron al toro con el fin que este pudiera mostrar sus mejores facciones.

Lo más bello fue la consecuencia; entro con una tanda de derechazos ceñidos al cuerpo seguidos de dos tandas por naturales profundos y largos que metieron al toro, que lo hicieron embestir y que en dos o tres minutos inundó de sentimiento y oles a la plaza de toros la Santamaría que luego de un espadazo le dio el merecido trofeo de las 2 orejas.

El más joven de los alternantes José María Manzanares, nos hizo recordar a su padre. Su primer toro fue un gran toro, se dejo lidiar a diestra y siniestra. Toreo profundo y largo, algo rápido pero con mucho arte. Tandas de siete muletazos, ligados con redondos y hermosos pases de pecho. Un buen espadazo le valió las dos orejas y la alegría completa de los aficionados. En su segundo toro comenzó muy bien con el capote mostrando la escuela que lleva en el apellido. En el tercio de muleta y muerte no estuvo coordinado con el cornúpeta, no le dio distancia, se le echo encima al toro y lo atosigó, no le brindo los recursos técnicos que mostro en su primer toro y lo dilapido. Ese toro pudiese haber sido de indulto, fue el que mejor peleo en el caballo, fue fijo y bravo. Esta situación lo llevo a llevarse una sola oreja y vuelta al ruedo a Cordial nombre del toro No 484 de las Ventas del Espíritu Santo.

Felicito al maestro Cesar Rincón por el gran encierro que presento en la ciudad de Bogotá que tuvo dos toros de bandera y lamento la noticia de no tenerlo para la temporada 2010 2011 en la capital. Con tristeza tengo que decir que termino nuestra temporada taurina colombiana y tendremos que esperar de nuevo diez meses para comenzar a ver la magia y la alegría de la fiesta brava en las grandes plazas del país. Me despido sin antes recordar que las notas, noticias, reseñas y editoriales de TARDE DE TOROS no terminan; pues a lo largo de estos meses semanas y días tendremos todos los textos necesarios para informar enseñar y divertir a nuestros lectores.

Texto y fotos Pedro Alejandro Lopez. Derechos para su reproducción.

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